Momentos para la historia I

Me gustaría que bajo este título de “Momentos para la historia” cada uno de nosotros vayamos escribiendo aquellos sucesos del automovilismo que más nos han marcado por diversos motivos. Podéis escribirlos como nuevas entradas para así que cada uno podamos añadir los comentarios oportunos. Seguid nombrando este tema con el mismo título pero le añadís II, III y así sucesivamente. Da igual que sean sucesos conocidos por todos, la cuestión es que los compartamos.

La carrera de la muerte (24 Horas de Le Mans. 1955)

Uno de los momentos más trágicos en la historia del automovilismo, que es importante recordar por lo que supuso a la hora de mejorar la seguridad tanto de pilotos como de público.

Serían probablemente alrededor de 300.000 personas las que se daban cita alrededor del circuito de La Sarthe, el mismo donde en 1906 se había disputado el primer Grand Prix del Automóvil Club de Francia en circuito carretero.

Pocas veces una carrera prometió una lucha tan pareja como esta edición de las 24 Horas. Allí estaba el equipo Jaguar con sus velocísimos modelos D, los Ferrari cuatro litros y medio y los tres Mercedes-Benz 300 SLR de tres litros que poco antes habían debutado exitosamente en las Mil Millas de Italia.

Las primeras dos horas y media de carrera serán recordadas como uno de los mejores inicios de esta prueba en la historia. Castellotti (Ferrari), Hawthorn (Jaguar) y Fangio (Mercedes) lucharon en un duelo memorable a base de adelantamientos, vueltas rápidas y records del circuito. Lamentablemente, este espectacular comienzo quedó como una anécdota.

Alrededor de las 18h 28m se acerca a la recta de control un grupo compuesto por Hawthorn (con la intención de detenerse); Pierre Levegh (Mercedes); Macklin (Austin-Healey) y, más atrás, Fangio y Kling (ambos con Mercedes). Por causas que después nunca pudieron establecerse con exactitud, pero aparentemente a raíz de que Hawthorn reducía su velocidad y se cruzaba en la pista para dirigirse a boxes, Macklin y Levegh toman por la parte izquierda de la pista. La diferencia de velocidad entre el Austin-Healey (que va adelante) y el Mercedes de Levegh (que lo sigue) es tremenda. El brutal impacto entre ambos coches provocó que Levegh se abalanzase contra el numeroso público que llenaba las gradas. Como declararía años más tarde, Fangio se salvó del accidente porque se percató que el público giró la cabeza en dirección al accidente cosa que hizo que él redujese la velocidad y pudiese esquivar la montonera. El balance final fueron 83 muertos y 82 heridos. El jefe de equipo de Mercedes, Alfred Neubauer, obligó a la pareja Fangio-Moss, a bordo del Mercedes 300 SLR, a retirarse de la carrera en señal de duelo cuando encabezaban la prueba con una amplia ventaja.

Así pasó a la historia la carrera de las 24 Horas de Le Mans del 11 y 12 de Junio de 1955 que sería bautizada como “La carrera de la muerte” y que finalmente sería ganada por el Jaguar de la pareja Hawthorn-Bueb.

Este accidente se llevó la vida del piloto Pierre Boullion (más conocido como Levegh). Sumado a la muerte de Ascari y a la de Bill Vukovich en Indianapolis, hicieron replantear la realización de la competición a más de una organización de Grandes Premios de F1. Alemania, España, Francia y Suiza cancelaron sus competiciones oficiales. Los equipos oficiales Mercedes Benz y Lancia se retirarían al final de la temporada (Lancia sobre todo por la muerte de Ascari) y cuando todo parecía que sería imposible terminar el campeonato de F1, Holanda confirma su próxima fecha la siguiente semana al accidente de Le Mans.

El campeonato de F1 de 1955 terminaría con la victoria final de Fangio con 41 puntos (4 victorias y 5 podios), seguido por Stirling Moss con 23 puntos (1 victoria y 3 podios) y por Eugenio Castellotti con 12 puntos (2 podios).