Montmeló (round 4)

Pasó la frustración y es hora de analizar en frío lo que ha dado el fin de semana.

Antes de este gran premio todo el mundo opinaba de si la evolución del R28 sería la suficiente para hacer frente a los equipos punteros, o al menos estar en las plazas superiores de manera más asidua. Tras los primeros ensayos ya se vio una mejora significativa de los resultados de Renault pero Alonso se apresuró a bajar la euforia para decir que todo seguía más o menos igual. Y entre rumores sobre las mejoras técnicas y quinielas sobre qué hará Alonso en el futuro se llegó al sábado de calificación.

Todo hacía pensar que tras las mejoras Alonso no debería pasar problemas para entrar en la Q3, al menos eso era uno de los objetivos que se perseguían para el resto de la temporada. Y no sólo se logró sino que por primera vez Piquet también entró en esta última fase de la clasificatoria. Pero la sorpresa mayúscula fue el resultado final pues mientras Massa, Hamilton y Kovalainen iban disputándose la pole por detrás venía un irreconocible R28 con Alonso a los mandos marcando los mejores tiempos parcial a parcial. Lástima que Kimi se llevase el gato al agua por un suspiro. Pero para el español y toda la afición su segundo puesto sabía a primero. ¿Espejismo? No. ¿Poco combustible? Si, pero en la Q2 cuando todos van descargados Alonso seguía con los primero por lo que la mejora era una realidad.

La carrera ya era de por sí una fiesta y creo que ni Alonso ni los aficionados esperaban un gran resultado porque ya lo habían ganado: volvemos a estar con los primeros.

La salida fue algo esperada pues la falta de tracción del R28 sigue luciendo por su ausencia y el Ferrari de Massa lo paso con facilidad. A partir de ahí monólogo de Ferrari en uno de sus circuitos talismán. Era momento de mantener lo más posible la tercera posición por delante de un Hamilton que parecía no poder acercarse al Renault, algo no visto hasta ayer. Las vueltas pasaban y todos sabíamos que Alonso sería el primero en entrar, como así fue. No era normal que fuese tan rápido. Pero la sorpresa surgió cuando Massa entró sólo dos vueltas después. ¿A ver si la evolución es mucho mejor de lo podíamos esperar? A partir de aquí Hamilton y Kubica pasaron a Alonso gracias a que iban más largo en sus paradas.

Cuanto todo parecía evolucionar para terminar quinto o luchar incluso por la cuarta plaza el motor dijo basta. La verdad que fue una gran pena, pero que no empaña en absoluto un fin de semana impecable.

Pensando en el GP de una manera global no encuentro a ningún piloto que haya destacado sobre el resto más que lo que hizo Alonso. La verdad que fue una carrera bastante plana. Kimi y Massa hicieron su carrera. Hamilton sólo necesitó apoyarse en una buena salida y mantenerse en pista a la espera de algún fallo de los de delante. Kubica como siempre en la lucha por el podio.

Desde luego el protagonista fuera de lo que sería la competición es Kovalainen y su tremendo accidente. Una vez más se vuelve a demostrar la increíble seguridad de estos coches que protegen a los pilotos de una manera increíble.

En resumen, la temporada vuelva a tomar otro cariz para Alonso que seguro ve el futuro de una manera diferente. Un futuro que si bien no le da para ganar GP’s si podrá divertirse luchando con los coches más punteros.